Botox (Toxina botulinica)

¿Cuál es el objetivo?

La toxina botulínica es un procedimiento utilizado para reducir temporalmente la apariencia de líneas finas y arrugas faciales mediante la parálisis temporal de los músculos faciales.

¿Quién es candidato para una toxina botulinica?

La toxina botulínica es adecuada para personas que desean reducir temporalmente la apariencia de líneas finas y arrugas faciales. Se recomienda para aquellos que buscan una solución no permanente y mínimamente invasiva para el envejecimiento cutáneo.

Procedimiento

El procedimiento de toxina botulínica se realiza en el consultorio del médico. Se administra a través de inyecciones en áreas específicas de la cara para relajar los músculos y disminuir la apariencia de arrugas.

Tiempo en procedimiento

5 Horas

Anestesia

none

Recuperación

0 Días

Reposo en casa

0 Días

Actividad limitada

Por 0 días

Actividad física

Después de 2 semanas

Cicatrices

Las inyecciones de toxina botulínica no dejan cicatrices visibles, ya que son procedimientos mínimamente invasivos con agujas muy finas que no requieren incisiones en la piel.

Riesgos y complicaciones

Los riesgos de la toxina botulínica son generalmente leves y temporales, e incluyen hinchazón, enrojecimiento, hematoma o caída temporal del párpado. En casos raros, puede ocurrir debilidad muscular excesiva o reacciones alérgicas graves.
Algunas complicaciones de la toxina botulínica pueden incluir asimetría facial, resultados no deseados como la inmovilidad facial excesiva o la sensación de hinchazón. Además, si se administra en dosis inadecuadas, puede resultar en debilidad muscular prolongada.

Alternativas

Alternativas no quirúrgicas a la toxina botulínica incluyen cremas antiarrugas, tratamientos con láser o peelings químicos. En cuanto a alternativas quirúrgicas, se encuentran procedimientos como lifting facial o cirugía de párpados.

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